Máquinas textiles
El sector textil se enfrenta a unas exigencias en términos de flexibilidad y funcionalidad cada vez mayores que afectan a los sistemas de accionamiento. Las tendencias suelen durar poco y los fabricantes se someten a una importante presión de costes mientras compiten entre ellos. Para poder enfrentarse a los retos del futuro, las máquinas deben demostrar resultados dinámicos y económicos con las aplicaciones más diversas, ser fáciles de manejar y suministrar productos de gran valor cualitativo.
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La cadena textil – La hilatura
La cadena textil comienza con la producción de torzales. Estos se elaboran a partir de diversas materias primas, como algodón, lino, cáñamo, coco, lana de oveja, pelo de cabra, nailon, poliéster, etc. Para ofrecer un amplio abanico de productos, el tratamiento cualitativo de las materias primas presenta características muy diversas. Las máquinas de preparación de la hilatura tienen la función de convertir las fibras en un torzal. Para ello son preciso abrebalas, limpiadoras, mezcladoras, cardadoras, máquinas de estirado y máquinas peinadoras. Según el ámbito de aplicación, se siguen distintos procedimientos. A continuación, las fibras pueden hilarse.
La cadena textil – La producción de tejidos
En la siguiente fase, se obtienen tejidos —esto es, tela— a partir de los hilos entretejiéndolos o haciendo punto o ganchillo. La forma más habitual de producir tela es el tejido. Antes de que el proceso de tejido pueda comenzar, deben realizarse algunos preparativos. Entre ellos se incluyen, principalmente, el bobinado, el torcido, el urdido y el engomado. Para ejecutar estas tareas, existen máquinas especiales que pertenecen al proceso de preparación del tejido. Los tejidos tienen un amplio ámbito de aplicación: desde la confección de prendas de ropa hasta la fabricación de tejidos técnicos, pasando por la producción de alfombras.
High dynamic large embroidery machine from Lässer equipped with Baumüller drive system
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La cadena textil – El acabado de los tejidos
Durante el proceso de acabado de los tejidos, la tela producida adquiere propiedades adicionales. Esta se tiñe, se estampa, se trata para que no necesite planchado, se impermeabiliza o se decora con patrones y tintes. Aquí se hace diferencia entre el acabado húmedo y en seco. El acabado del tejido se consigue de forma mecánica o con sustancias químicas. El bordado de la tela también pertenece al proceso de acabado. Mediante los procesos de corte en caliente, corte con láser, acordonado y decoración con lentejuelas, se puede dotar a las telas de un diseño muy personalizado y moderno. A continuación, las máquinas de coser y de confección de prendas continúan transformando las telas acabadas.
Referencias:
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